martes, 27 de enero de 2009

Dedicado a Adolf Hitler


POR GABRIEL RUIZ DE LOS LLANOS.

Hijo de la necesidad de ser de un pueblo antiguo
y pobre, como una condición
ineludible,
tomó la suerte de Alemania como suya
haciéndola posible.
Fue Voluntad
Constancia
por cielo, mar y tierra
fue Afirmación
Lealtad
y Pié de Guerra.
Nunca transó (y esto hiere inmensamente)
con las fugas morales y la usura,
y desde atrás, parejo,
armado del recuerdo
puso en vereda de golpe
a más de un cerdo
que creía vivir prostituyendo.
Los marxistas
y los tratantes de patrías, los judíos,
te recuerdan.
Hoy es treinta de enero de mil novecientos treinta
y tres.
Afuera, en Wilhelmstrasse es lunes y mantiene
la gente su costumbre
de sumarse y hacerse muchedumbre.
Son fuerzas de asalto u hombres del Partido
que han venido desde la confianza,
todos los secuaces
desde la esperanza
junto como haces.
Hay furor de Fuhrer
Quién no aguarda un gesto
un grito
o una indicación.
Y se produce: es cierto, ha aceptado,
y asoma el Jefe, mira, baja
mientras
elude la custodia una ovación
Una noticia que a muchos
tendría a mal traer:
desde ese día Adolf Hitler
sería el Canciller.
Después la guerra y ser joven para siempre.
Otras mujeres y otros soles los han visto
brutales, nunca a medias, matando si es preciso
invictos en su Fe entre nosotros
o allá en el Paraíso.
Yo te evoco marcial en las paradas
gritando, poseído
con voz emocionada,
a todo un mundo nuevo
allí reunido,
a todo trapo rojo y cruz gamada.
Evócote de pié
todo saludo
a aquella gente que volvías loca,
te pienso tanto cierto como duro
andando por la vida
al paso de la oca.

No hay comentarios: